Diablos de Teloloapan en Guerrero: una tradición impresionante

En las coloridas calles de Teloloapan, Guerrero, la tradición cobra vida cada año con la llegada de los diablos. Estas figuras, que combinan arte, historia y folclore, no solo asustan, sino que también celebran la rica herencia cultural de México. Su presencia es un recordatorio de la resistencia y creatividad de un pueblo que ha sabido mantener sus costumbres a lo largo del tiempo.

Un viaje a Teloloapan durante la festividad de los diablos es una experiencia que trasciende lo visual; es una inmersión en el corazón palpitante de una comunidad llena de historias y tradiciones que se transmiten de generación en generación.

Los diablos corren por las calles con sus impresionantes máscaras

El aire se llena de un estruendo vibrante mientras los diablos corren por las calles, sus máscaras descomunales brillando bajo la luz del sol. Con trajes de cuero y cabezas adornadas con cuernos, crines y colmillos, cada figura es una obra de arte que representa la rica fantasía de la cultura mexicana. Los niños, aterrorizados pero fascinados, huyen de estas criaturas que parecen haber salido de un cuento.

El 16 de septiembre, durante la celebración de la Independencia de México, Teloloapan se transforma en un espectáculo de color y sonido. Los diablos participan en un concurso donde sus trajes y habilidades con los chicotes son evaluados por un panel de jueces. Este evento no es solo un desfile; es una competencia que explora la creatividad y la destreza de los participantes.

El arte de la vestimenta diablera

Los trajes de los diablos son verdaderas obras maestras. La cuera, una prenda de cuero de venado, es fundamental en la vestimenta. La elaboración de estos trajes puede costar hasta 15,000 pesos debido a la meticulosa atención al detalle. Cada máscara, que puede pesar hasta 20 kg y medir 80 cm de altura, es tallada a mano y decorada con elementos que representan la fauna y la mitología local.

    • Serpientes
    • Cabezas humanas
    • Fauces de felinos
    • Figuras geométricas

Estas máscaras no son solo adornos; son símbolos de identidad cultural y patrimonial, reflejando la rica historia de la región.

La historia detrás de los diablos de Teloloapan

La tradición de los diablos de Teloloapan tiene raíces en la historia de la independencia de México. Durante la guerra de Independencia, la localidad fue un punto estratégico y un lugar de encuentro para los insurgentes. La leyenda cuenta que un soldado, José Atanasio, usó un disfraz de diablo para asustar a los realistas, lo que llevó a una victoria inesperada para los patriotas.

Este acto de ingenio se convirtió en una tradición, donde cada año los diablos son recordados no solo como figuras de entretenimiento, sino como símbolos de resistencia y valentía. La historia de cómo Pedro Ascencio Alquisiras utilizó el disfraz para liberar a su tropa es un poderoso recordatorio de la creatividad e ingenio que caracterizan a los mexicanos.

La influencia de don Fidel en la tradición diablera

Don Fidel de la Puente Fabián es un nombre que resuena en la comunidad de Teloloapan. Durante más de cinco décadas, dedicó su vida a la creación de máscaras de diablo y a la promoción de esta tradición. Su legado continúa a través de su hijo, quien también elabora máscaras y participa activamente en la celebración anual.

Las obras de don Fidel han encontrado un lugar en museos y colecciones de todo el mundo, testificando la importancia cultural y artística de los diablos de Teloloapan. “Las máscaras las hago yo; el dinero no”, solía decir, reflejando su pasión y dedicación hacia este arte.

Teloloapan: más allá de los diablos

Teloloapan es un lugar rico en tradiciones y cultura. Su nombre, que significa “agua que corre bajo o entre las rocas”, refleja la geografía del lugar, donde manantiales y cavernas subterráneas son parte del paisaje. Sin embargo, la modernización ha dejado su huella, y muchas de las casas tradicionales han sido reemplazadas por construcciones más modernas.

La gastronomía de Teloloapan

La gastronomía local es otro de los tesoros que ofrece Teloloapan. En el mercado, los visitantes pueden encontrar una variedad de delicias, tales como:

    • Cajitas: pequeños panquecitos de harina de arroz
    • Atole de frijol: una bebida caliente y reconfortante
    • Gorditas de maíz con piloncillo: un antojo dulce y popular

El mole es una especialidad en la región, y hay numerosas fábricas que lo producen para distribuirlo a todo el país, destacándose por su sabor y calidad.

¿Cómo llegar a Teloloapan?

Visitar Teloloapan es sencillo. Desde la ciudad de Taxco, toma la carretera federal núm. 95 hasta llegar a Iguala. Desde allí, continúa por la carretera federal núm. 51 en dirección a Ciudad Altamirano. Teloloapan se encuentra a aproximadamente 60 km de Iguala, una ciudad que ofrece todos los servicios necesarios.

Para aquellos interesados en conocer más sobre esta tradición, se puede encontrar un corto animado que narra la historia de los diablos de Teloloapan, lo cual puede servir como una excelente introducción a la cultura local.

Las tradiciones que perduran en el tiempo

A pesar de los cambios y la modernidad, Teloloapan sigue siendo un bastión de tradiciones vivas. Las festividades no solo celebran algún evento histórico, sino que también reúnen a la comunidad en torno a la música, la danza y, por supuesto, la figura del diablo.

La comunidad se une no solo para asustar, sino para recordar, celebrar y mantener vivas las historias que han moldeado su identidad. Así, los diablos se convierten en un símbolo de resistencia cultural y una representación del ingenio humano.

Teloloapan es un lugar donde la historia y la tradición se entrelazan, creando una experiencia única que atrae a visitantes y locales por igual. La magia de los diablos no radica solo en su apariencia aterradora, sino en el profundo significado cultural que llevan consigo.

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