Plaza Chimalistac en el Distrito Federal

La ciudad de México es un mosaico de historias, tradiciones y rincones mágicos que invitan a ser explorados. Uno de esos lugares es la Plaza de Chimalistac, un espacio donde la historia colonial se entrelaza con la vida moderna, ofreciendo un refugio de paz en medio del bullicio urbano. Acompáñanos en un recorrido por este encantador sitio y sus alrededores, donde cada esquina cuenta una historia.

Explorando Chimalistac: un viaje al pasado colonial

La Plaza de Chimalistac, conocida hoy como Plaza Federico Gamboa, se encuentra al sur de la ciudad de México, en una zona rica en historia y cultura. Este lugar es un testimonio del pasado colonial, donde las tradiciones se han mantenido a lo largo de los años, creando un ambiente nostálgico y acogedor.

Ubicada en la esquina de Avenida Insurgentes y Miguel Ángel de Quevedo, la plaza es el punto de partida perfecto para un paseo familiar. Desde aquí, se puede apreciar la arquitectura colonial que caracteriza a la zona y disfrutar de un espacio donde el tiempo parece haberse detenido.

La historia de Chimalistac: de huertas a colonia pintoresca

La historia de Chimalistac se remonta a la época colonial, cuando era propiedad de Juan de Guzmán Ixtolinque, quien cultivaba una extensa huerta. Tras su muerte, dos tercios de esta tierra fueron adquiridos por los carmelitas, quienes ampliaron su convento en San Ángel. Con el tiempo, la huerta se fraccionó y se convirtió en la colonia que conocemos hoy.

En su recorrido, uno puede observar cómo los habitantes de Chimalistac han mantenido el uso de materiales tradicionales como la cantera y la piedra volcánica en la construcción de sus casas. Las calles empedradas y la abundante vegetación contribuyen a que este lugar conserve su encanto y serenidad, ofreciendo una escapada del ajetreo de la vida moderna.

Descubriendo los secretos de la plaza

Al ingresar a la plaza, se encuentra un monumento al general Álvaro Obregón, situado en el Parque de la Bombilla. Este monumento conmemora al líder asesinado en 1928, y su diseño arquitectónico, que incluye un espejo de agua y esculturas que simbolizan las luchas campesinas, es un claro reflejo del arte de la época. La paz que emana de este lugar es palpable, proporcionando un espacio ideal para la reflexión y el descanso.

    • El monumento fue inaugurado el 17 de julio de 1935.
    • Su forma semeja una pirámide y está rodeado de un jardín cuidado.
    • Las esculturas que lo acompañan son obra de Ignacio Asúnsolo.
    • El interior del monumento cuenta con pisos de mármol y un diseño impactante.

La capilla de San Sebastián: un tesoro arquitectónico

En el centro de la plaza se encuentra la capilla de San Sebastián, construida en 1585. Su fachada, que incluye un arco de medio punto y columnas pareadas, es una muestra del estilo arquitectónico colonial que caracteriza a la ciudad. En el interior, el retablo dorado del siglo XVIII, con la figura de San Sebastián, es uno de los aspectos más destacados.

La capilla es también un lugar elegido por muchas parejas para celebrar su matrimonio, lo que añade un aire romántico y especial al entorno. Su belleza y su historia la convierten en un punto focal del área, atrayendo tanto a locales como a visitantes.

Un recorrido por la historia y la naturaleza

Para aquellos que deseen extender su visita, una opción es dirigirse hacia el Paseo del Río, el antiguo cauce del río Magdalena. Este espacio ajardinado es perfecto para disfrutar de un día al aire libre con la familia. En el trayecto, se pueden observar dos impresionantes puentes de piedra que añaden un toque pintoresco al paisaje.

    • Comienza tu paseo en la Plaza de Chimalistac.
    • Dirígete hacia el callejón San Ángelo.
    • Continúa dos calles hacia el sur para llegar al Paseo del Río.
    • Disfruta de la vegetación y los puentes de piedra.

Cómo llegar a Chimalistac: opciones de transporte

Acceder a la Plaza de Chimalistac es sencillo. Aquí algunas opciones de transporte:

      • Metrobus: Toma la línea que te deje en la estación La Bombilla y cruza hacia el parque donde se encuentra el monumento a Obregón.
      • Metro: Utiliza la línea 3 y baja en la estación Miguel Ángel de Quevedo.
      • Automóvil: Si prefieres conducir, hay estacionamientos disponibles en las cercanías.

Independientemente del medio de transporte que elijas, llegar a Chimalistac es una experiencia que te permitirá disfrutar de un lugar donde la historia y la tranquilidad se dan la mano, haciendo que tu visita sea inolvidable.

Vivir la experiencia de Chimalistac

Si decides escapar a Ciudad de México, no olvides incluir la Plaza de Chimalistac en tu itinerario. Este rincón, con su rica historia y su ambiente relajado, es el lugar perfecto para desconectarte y disfrutar de una jornada cultural. La combinación de arquitectura colonial y naturaleza te ofrece la oportunidad de vivir una experiencia auténtica.

Para más información sobre actividades y experiencias en la ciudad, puedes explorar el siguiente video que te sumergirá en los encantos de la Ciudad de México:

Sumérgete en la rica cultura y tradiciones de esta fascinante ciudad, y descubre cada rincón que tiene para ofrecer. Chimalistac te espera con los brazos abiertos, listo para revelarte sus historias y secretos.

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