Voz de la hora exacta en México

La historia de la radio en México está llena de momentos icónicos y personajes memorables. Uno de los más entrañables es sin duda la voz que marcaba la hora exacta para millones de mexicanos. En este artículo, exploraremos el fascinante mundo de la XEQK, la estación que no solo ofrecía la hora, sino que también se convirtió en un fenómeno cultural a través de su programación única y sus entrañables locutores.

La llegada de la XEQK: un nuevo concepto en radio

Era la medianoche del 1 de enero de 1940 cuando muchos mexicanos estaban sintonizando sus radios, ansiosos por escuchar las doce campanadas que anunciaban el nuevo año. En lugar de las tradicionales felicitaciones, una voz clara anunciaba: “Son las cero horas. ¡Feliz año 1940!” Esta fue la primera vez que muchos oyeron hablar de la XEQK, una estación que revolucionaría la forma en que se transmitía la hora en México.

En los años 30, el país veía nacer diversas emisoras de radio, pero la XEQK se destacaba al centrarse casi exclusivamente en la publicidad, interrumpiendo cada minuto para dar la hora exacta. Esta combinación de entretenimiento y servicio público capturó rápidamente la atención de la audiencia, estableciendo un nuevo estándar en la radiodifusión.

El origen de la XEQK

Fundada en 1938 por el barítono y director de orquesta Angel H. Ferreiro, la XEQK comenzó como un proyecto destinado a difundir ópera y música clásica. Con su estudio ubicado en la calle Uruguay de la Ciudad de México, Ferreiro aprovechó la presencia de artistas internacionales para ofrecer un contenido cultural valioso. Sin embargo, el negocio no prosperó como él esperaba.

Al ver que la estación no lograba atraer suficiente audiencia, Ferreiro decidió transformar su enfoque, convirtiendo la XEQK en un vehículo publicitario. Esta decisión no solo salvó la emisora, sino que la catapultó a la fama, convirtiéndola en un referente en la industria.

La programación de la XEQK

La programación de la XEQK era única en su tipo, con un formato que consistía en mensajes publicitarios intercalados con la hora exacta. Cada minuto, los locutores interrumpían para decir la hora, comparándola con la de estaciones de radio de Washington y el Meridiano de Greenwich. Este rigor en la precisión horaria generó confianza entre los oyentes, que sintonizaban la estación no solo para escuchar anuncios, sino para asegurarse de que sus relojes estuvieran correctamente ajustados.

    • Cerveza Modelo y sus campañas ingeniosas
    • Relojes Haste, promoviendo la puntualidad
    • Canada Dry, con sus refrescantes anuncios
    • Clemente Jacques, haciendo que los productos enlatados sean irresistibles
    • Pastillas Usher para un aliento fresco

El legado de la voz de la hora

Una figura clave en la historia de la XEQK fue Luis Ríos Castañeda, quien comenzó a trabajar en la emisora en 1945. Ríos Castañeda se convirtió en la voz más reconocible de la estación, y su carácter y dedicación se volvieron sinónimos de la XEQK. Con su estilo distintivo, lograba mantener a los oyentes atentos, incluso durante las largas noches en las que la programación se transmitía en vivo.

Las historias que Ríos Castañeda comparte sobre su tiempo en la XEQK son entrañables. Recuerda al “gritón” Raúl Molina, un locutor ciego que luchaba contra el sueño mientras daba la hora, así como a otros colegas que a veces se dormían durante sus turnos. Estos relatos aportan un aire nostálgico a la historia de la radio en México, mostrando el lado humano detrás de las ondas.

Transformación y modernización

En 1960, la XEQK experimentó una modernización significativa con la invención de un sistema que automatizaba las transmisiones. Aunque la hora continuó siendo transmitida “en vivo”, los comerciales comenzaron a ser grabados previamente, lo que permitió una mayor fluidez en la programación. Con el tiempo, la estación pasó a formar parte del Instituto Mexicano de la Radio (IMER) en 1984, un cambio que marcó el inicio de una nueva era.

En 1999, la programación de la XEQK se transformó una vez más, dejando atrás los anuncios publicitarios y enfocándose en la música. Sin embargo, la hora exacta siguió siendo parte esencial de su identidad, manteniendo viva la tradición que había cimentado su éxito en las décadas anteriores.

La XEQK en el contexto actual

Hoy en día, la XEQK sigue siendo un símbolo de la historia radiofónica de México, aunque su rol ha cambiado notablemente. La voz de Luis Ríos Castañeda, reconocida por generaciones, se ha mantenido como un hilo conductor de nostalgia y tradición para quienes crecieron escuchando la estación. En un mundo donde la inmediatez y la tecnología dominan, muchos oyentes aún encuentran consuelo en la familiaridad de su voz.

A pesar de que la llegada de la digitalización y las plataformas de streaming han transformado la forma en que consumimos contenido, la XEQK ha logrado adaptarse, manteniendo su esencia intacta. Cada minuto, la música baja de volumen para recordar a los oyentes que el tiempo es valioso y que siempre hay un momento para ser puntual.

Un fenómeno cultural

La historia de la XEQK es más que una simple crónica de una emisora de radio; es un reflejo de la evolución cultural de México a lo largo de las décadas. Desde su nacimiento en los años 30 hasta su modernización en el siglo XXI, la XEQK ha sido testigo de cambios sociales, políticos y tecnológicos que han marcado la vida de los mexicanos.

La estación ha sido reconocida en diversas ocasiones, como cuando recibió el Calendario Azteca de Oro en 1991, otorgado por la Asociación Mexicana para Radio y Televisión, destacando su impacto en la cultura radiofónica del país.

La XEQK no solo ha dado la hora; también ha sido un vehículo de memoria colectiva, uniendo a generaciones a través de sus anuncios y su inconfundible voz, la de Ríos Castañeda. Su legado perdura, mostrando que la radio tiene el poder de conectar a las personas y crear comunidades.

Para aquellos que deseen revivir esos momentos entrañables, les compartimos un interesante video sobre la historia de la XEQK y su evolución a lo largo de los años:

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